Una tragedia llamada futbol
Un país que delira con esa
palabra
Un verbo que nos es ajeno: ganar
Hoy el Perú tiene un “difícil”!!! encuentro contra Paraguay, las distancias, en ambos países las deben marcar o Larissa Riquelme contra nuestras vedettes de a quinta, o el mago Markarían que allá por el 2001 en la Copa América, a duras penas nos empató 3 contra 3.
Sin embargo, mientras hablamos de futbol, en los pasillos del poder Judicial, en las mesas del Ministerio Publico aun se respira el tufillo de Walter Oyarce. No ha pasado ni un mes, y a nuestro mártir del balón pie violento, lo hemos olvidado. La pituquería ficha pero faite, lo logró, “somos un país de cretinos” (dijo mi hermana mientras leía Caretas), hay que aceptarlo. Suena duro, pero eso somos, Mili, un país que no entiende que existen los hermanos Ccori, o los Ernestos Granda. Nos olvidamos pronto del pedido general de controlar a los clubes, de reglamentar fuera de las canchas a las multitudes. En suma, nos olvidamos de todo, pero, la tarde de ayer, un operativo inesperado para millones, nos despertó por un breve instante de nuestra putre realidad. El diario Comercio en su edición virtual lo graficó así.
“POLICÍA DECOMISÓ LICORES Y CUCHILLOS A PALQUISTAS DEL ESTADIO NACIONAL
A pocas horas del partido entre Perú y Paraguay por la primera fecha de las Eliminatorias Brasil 2014, la policía inspeccionó el ingreso de las pertenencias de los dueños de palcos del Estadio Nacional, a quienes se les decomisó objetos prohibidos como cuchillos y bebidas alcohólicas.
La tarde del jueves, los dueños de los palcos hicieron cola para ingresar sus pertenencias, entre televisores, microondas, refrigeradoras, entre otros artefactos, los cuales fueron revisados meticulosamente por la policía.