Aplausos y palabras pidiendo la muerte de los asaltantes, que de acuerdo a información policial serían autores de los últimos robos a mano armada en la ciudad, se escuchaban constantemente.
¡Para que los dejan vivir, debieron matarlos ahí mismo!, sentenciaban mientras la policía evacuaba a los heridos a un hospital.
El fin de las operaciones de esta banda comenzó en la avenida Kennedy en el grifo 200 millas. Despacio y sin llamar la atención, un taxi tico se estacionó frente a las oficinas de administración, donde se encontraba Alberto Gutiérrez Mendoza, trabajador del establecimiento.
En pocos instantes, del vehículo descendieron un hombre y una mujer, con armas en mano apuntaron directamente al empleado mientras registraban el lugar y le pedían que les entregara todo el dinero que tenían. Minutos después regresaron al vehículo con el administrador de rehén.
A pocos metros de ahí, dos efectivos a bordo la unidad KP0865 de la policial de Campo de Marte observaron el delito en proceso por lo que no dudaron en acercarse para realizar una intervención.
Cuando los delincuentes se vieron amenazados arrojaron de la unidad en movimiento a su rehén dejando tendido en el suelo con una herida en la cabeza producida por un fuerte golpe con la culata del revólver.
La persecución comenzó a lo largo de la avenida Guardia Civil, hasta llegar al cruce con la avenida Pizarro, donde los delincuentes realizaron disparos contra la unidad. Luego tiraron el arma a la berma central de la avenida.
Roger Lozada Cuadros sub oficial a bordo de la unidad, comenzó a dar las voces de alerta pidiendo al vehículo que se detenga, como ordena el reglamento. Al no encontrar respuesta realizó un disparo al aire y al ver que los ocupantes del vehículo no contestaban disparo.
Saco medio cuerpo por la ventana y dio cuatro certeros tiros que hirieron a los tres ocupantes de la unidad.
Así disminuyeron la velocidad y les cerraron el paso en el puente Mi Perú, obligándolos a bajar del vehículo y arrojándolos en el suelo, con ayuda del superior Luis Velarde Vera.
Detrás de ellos llegaron otras tres unidades que ayudaron a sus colegas a reducir y ordenar el tráfico por la zona.
Los delincuentes fueron llevados al área de emergencia del hospital Honorio Delgado, donde fueron identificados como Hermina Mendoza Arenas de 50 años, quien recibió un disparo en la espalda que salió por el abdomen, David Sáens Reyes, un disparo en el omoplato derecho y por último Teodocio Puruhuaya Álviz con una herida de bala en el antebrazo izquierdo.
La policía de investigaciones que acudió al lugar relacionó a los bandidos con los robos realizados en grifos y a una constructora en los últimos meses, ya que las descripciones concuerdan con las versiones de los testigos.
DATO
En la escena del crimen, dos de ellos fueron reconocidos por Aldo Arenas Chávez, quien el pasado sábado por la noche sufrió un robo en un taxi tico, donde le robaron cerca de 25 mil nuevos soles.
Fuente: El Pueblo
