Nuevas variedades de frutas curativas provenientes de diversos puntos del país se ofertan en el mercado San Camilo con precios que van desde los 3 soles, teniendo cada vez más demanda por los mistianos. Uno de los alimentos que comió el hombre desde sus orígenes fueron frutas. Tan sanas, naturales y llenas de proteínas ha sido el sustento de nuestros antepasados durante milenios. Existen en diversas formas y en casi todos los colores, muchas de ellas más cerca de lo que creemos.
Una manzana al día te alegra la vida, pero una cocona te disminuye el colesterol y ayuda contra la diabetes, esto sin contar que es excelente para bajar de peso. Igualmente la carambola que es tan sabrosa como rica en vitamina C. Esta y otras frutas peculiares están al alcance de nuestras manos, sólo basta con ir al mercado San Camilo para animarse a probar nuevos sabores.
Fue la familia Tueros Rodríguez la primera que se animó a traer otras variedades de frutas. Acostumbrados a las naranjas, plátanos, duraznos y otros muy conocidos decidieron pedir hace 20 años el primer embarque de cocona, junto con ella viajaron nuevas clases de frutos de la selva. Sin embargo no fue el sabor exótico de las frutas que se han vuelto común hoy en día, esa venta de diversidad se debe a las propiedades curativas que cada fruta tiene.
Brayan Tueros, el menor de todos, ha asumido la responsabilidad del negocio familiar, él nos relata que hace 15 años llegó el primer envío de noni, la fruta milagrosa de Tailandia, y en ese tiempo costaba 70 soles el kilo, siendo muy buscada por atribuirle la sanación de casi todas las enfermedades. Hoy en día la fruta se cosecha en la selva peruana y cuesta 3 soles.
Pero la fruta llega de todas partes del Perú. El mamey, una fruta del norte es extraordinaria en jugo, del mismo lado proviene el yacón que pese a su apariencia de tubérculo es una fruta riquísima y buena para elevar al máximo las defensas del sistema inmunológico.
La selva nos envía cada vez nuevas variedades de gran calidad y la sierra no se queda atrás. Tumbo, granada, capulí en dos variedades, mora y membrillo son nuestro fuerte. Por el lado de la costa los jugosos melones de Majes, el mango y guayaba.
Cada uno de los productos tiene su temporada, sólo hay que saber aprovecharla comprando nuevos sabores, aunque hay algunos que no se ven o se ven muy poco. Una de las frutas que más recuerdan nuestros expertos es la manzana pera, una variedad deliciosa y peculiar de gran tamaño que ya no se observa.
Del mismo modo la ciruela cristalina se ha vuelto muy escasa, la misma suerte corrió el durazno abridor, especies que tal vez ya no probaremos.
Pero mientras haya nuevas variedades que probar siempre tendremos la posibilidad de alimentarnos sanamente, aprovechando todos los recursos que el territorio peruano nos otorga en todas sus regiones.